INTRODUCCIÓN
Una buena visión es
fundamental para una correcta realización de las actividades de la
vida diaria. Por eso es muy importante mantener una correcta higiene
visual.
La visión es un sentido de relación por el que percibimos nuestro
entorno y respondemos ante el mismo. Mantener una buena agudeza
visual es sinónimo de calidad de vida.
La visión funcional es aquella que utilizamos en nuestra vida
diaria, para reconocer un rostro, el acercarnos para dar una
caricia, ver una señal de tráfico, bajar o subir un escalón o del
autobús y además con diferentes grados de iluminación.
Para tener una buena visión es necesario conseguir buenos resultados
en diversas pruebas funcionales como la agudeza visual, campo
visual, percepción cromática, sensibilidad al contraste, etc., y
utilizar una buena iluminación en el lugar donde realicemos las
actividades.
Hay diferentes zonas o espacios para la visión, la primera sería la
zona 1 para los objetos que están entre 30 a 50 centímetros como la
lectura de un libro o de un periódico, listín de teléfonos, ver un
mapa, coser, etc. La zona 2 sería la comprendida entre 51 y 1,22
metros, sería para utilizar el ordenador, ver los titulares del
periódico, menús, precios, etc. La zona 3 sería la comprendida entre
1,23 a 6 metros y nos serviría par ver la televisión, cocinar,
realizar la limpieza en casa, etc. La siguiente zona la 4 sería
entre 6 a 30 metros, y nos dejaría poder jugar al golf, conducir,
etc. Y la última zona sería la 5, que sería a más de 30 metros y nos
permitiría ver una mayor cantidad de campo visual y podríamos
conducir, ver cine, etc.
Los problemas de salud se agravan con la edad y con ello también la
vista; el ojo, sus anejos y la función visual no escapan al fenómeno
de la edad, sufren cambios y complicaciones (enfermedades). La
importancia que adquiere en las personas mayores los problemas de la
visión van a repercutir sobre todo en su forma de vivir, pasando
algunos de ellos a tener que depender de una persona, al no poder
realizar las actividades sólo.
Las alteraciones visuales pueden ser fuente de inmovilidad, caídas,
falta de higiene. etc. Todo ello hará, que la persona pueda caer en
una depresión e incrementar su deterioro produciendo una disminución
en su calidad de vida.
Los ojos son sistemas visuales con capacidad de enfocar, lo que
genera unas imágenes que se interpretan en el cerebro, cualquier
anomalía en la vía visual que va de ojo a cerebro provocará que no
veamos.
El ojo del latín
ocülus, o globo ocular es el órgano que detecta la luz, siendo la
base del sentido de la vista. Se compone de un sistema sensible a
los cambios de luz, capaz de transformar éstos en impulsos
eléctricos. Los ojos más sencillos no hacen más que detectar si los
alrededores están iluminados u oscuros. Los más complejos sirven
para proporcionar el sentido de la vista.
Las partes del ojo
son esenciales para la existencia humana porque gracias a ellas
captamos, percibimos y encontramos lo que se llama las imágenes
percibidas por el sistema.
¿Cómo funciona
el ojo?
La vista es uno de
los cinco sentidos que nos permiten comprender el mundo que nos
rodea y desenvolvernos en él.
El ojo recibe rayos
de luz procedentes del entorno a través de un diafragma llamado
pupila que se abre y se cierra gracias al músculo ciliar y los
transforman en impulsos nerviosos. Estos impulsos llegan hasta el
centro cerebral de la visión, donde se descodifican y se convierten
en imágenes.
La estructura
ocular está formada por los párpados, los globos oculares, el
aparato lagrimal y los músculos oculares externos. La visión
binocular, en la que participan ambos ojos, permite apreciar las
imágenes en tres dimensiones. El globo ocular mide unos 25 mm. de
diámetro y se mantiene en su posición gracias a los músculos
oculares. Está envuelto por un recubrimiento formado por varias
capas.
La capa externa que
recubre al ojo es la esclerótica, la intermedia la coroides que
contiene abundantes vasos sanguíneos, y la capa interna que se llama
retina. La parte anterior se llama córnea, rodeada por la
conjuntiva. Internamente tras la córnea está la cámara anterior
limitada posteriormente por el iris y la pupila. Detrás de ella
llegamos a la cámara posterior en la que se encuentran estructuras
como el cristalino y el cuerpo ciliar. Las dos cámaras están llenas
de un líquido llamado humor acuoso, que por un lado mantiene la
tensión del interior del ojo y por otro humedece el cristalino y
garantiza s nutrición.
Las estructuras
protectoras del ojo como la órbita, párpados, pestañas, la glándula
lagrimal y el conducto lagrimal, son importantes ya que las protegen
del polvo, el viento, microorganismos y de sustancias nocivas.
El parpadeo es un movimiento reflejo
que mantiene la superficie ocular húmeda. Sin esta protección la
córnea que es transparente, puede secarse, dañarse y tornarse opaca.
Las glándulas lagrimales son las
productoras del componente acuoso de la película lagrimal. La
lágrima además de mantener la córnea transparente atrapa y arrastra
pequeñas partículas que entran en el ojo; son ricas en anticuerpos,
defensas naturales del organismo. Hay personas mayores que tienen un
excesivo lagrimeo provocado generalmente por la obstrucción de la
vía lagrimal; no obstante esta se ve favorecida por el viento y el
frío. Para reducir las molestias utilizaremos unas gafas de sol.
La patología contraria es el ojo seco.
Este problema es muy frecuente en personas mayores y especialmente
en mujeres. Los síntomas son sensación de ardor, escozor, y picor en
los ojos.
Otra patología muy habitual en la
población es la blefaritis o inflamación del borde libre de los
párpados, suele ser bilateral y recurrente. El borde del párpado
aparece enrojecido, irritado con sensación de ardor, picor. Los
casos más severos pueden producir disposición anormal de las
pestañas o incluso pérdida de las mismas. La higiene de los párpados
es fundamental para evitar estos problemas.
La presbicia, vulgarmente llamada
“vista cansada” es la dificultad para ver de cerca por pérdida del
poder de acomodación del cristalino; es decir el cristalino pierde
elasticidad. Esta es una condición fisiológica inducida por la edad
que se hace patente entre los 40 a 45 años, aumentando
progresivamente hasta llegar a un defecto para la visión cercana de
unas 3 dioptrías.
Hay otras patologías que reducen la visión. Sus causas son
múltiples:
1º La luz no llega a la retina.
2º Los rayos no se concentran
correctamente sobre la retina.
3º Los impulsos nerviosos de la
retina no son transmitidos al cerebro.
4º Que se desarrolle una
catarata bloqueando la luz que entra.
5º Desprendimiento de retina.
6º La diabetes.
7º Los trastornos retinianos
hereditarios.
8º La DMAE (Degeneración
macular asociada a la edad)
9º Trastornos del sistema
nervioso como por ejemplo. La Esclerosis Múltiple.
Cabe reseñar por su alta frecuencia de
aparición la catarata. Es fisiológico que con el envejecimiento el
cristalino pierda transparencia y no permita el paso de la luz. Hoy
en día esta patología tiene solución quirúrgica eliminando el
cristalino opacificado e implantando en su lugar una lente
intraocular.
Una de las enfermedades sistémicas más
graves para la visión es la “diabetes”, la afectación ocular es una
de las complicaciones más frecuentes si hay un mal control de la
enfermedad. Su aparición y futura evolución están en relación con el
tiempo de duración de la enfermedad y los niveles altos de glucemia.
El control adecuado de la enfermedad, así como de otros factores de
riesgo cardiovascular (hipertensión arterial, tabaquismo) pueden
retrasar o evitar la aparición de lesiones oculares. Las
recomendaciones son: tomar la medicación según las indicaciones de
su médico. Adoptar y mantener un peso saludable. Participar en
actividades físicas diarias. Controlar los niveles de azúcar en la
sangre, la presión arterial y el colesterol. No fumar.
La DMAE (Degeneración macular asociada
a la edad) es la primera causa de pérdida visual entre la población
mayor de 50 años en los países occidentales. El diagnóstico y
tratamiento precoz es la mejor manera de prevenir una mayor pérdida
de visión. Es una enfermedad degenerativa crónica que afecta a la
zona central de la retina, llamada mácula. Esta mácula es la
responsable de la visión central o de detalle, es la que nos permite
leer el periódico, calcular la distancia, reconocer caras, encontrar
un número de teléfono en el listín o leer las instrucciones de un
medicamento. La DMAE no provoca ningún tipo de dolor y su aparición
puede ser gradual o repentina. A menudo, los primeros signos son
extrañas distorsiones visuales: baldosas que parecen ondularse,
marcos de las puertas o ventanas que se curvan, bordillos de las
aceras que desaparecen, etc. En las fases más avanzadas aparece una
mancha oscura en el centro de la visión, que imposibilita reconocer
las caras.
Aunque se desconocen las causas que
originan la DMAE, se han identificado algunos posibles factores de
riesgo asociados a la misma como: la edad, las personas fumadoras
doblan el riesgo a desarrollarla, se presenta ligeramente superior
en las mujeres, los hipertensos tienen mayor probabilidad de
padecerlos, las personas con un bajo nivel de antioxidantes, por eso
es muy importante añadir a la dieta brócoli, espinacas, cacao, té
verde, etc. Entre las personas que han presentado una DMAE
unilateral, el 40 % la desarrollan en el otro ojo antes de 5 años. Y
las personas con antecedentes familiares de DMAE húmeda pueden tener
componentes hereditarios.
Y para terminar hablaremos del
Glaucoma, que es una neuropatía óptica crónica progresiva con
alteraciones de la cabeza del nervio óptico (papila) que se traduce
en una pérdida de campo visual característica. La detección y el
tratamiento precoz por parte del oftalmólogo son las claves para
prevenir el daño al nervio óptico y la ceguera provocados por el
glaucoma.
El aumento de la presión dentro del
ojo es la causa del glaucoma que daña el nervio óptico. Los factores
de riesgo de padecer glaucoma pueden ser la edad, antecedentes
familiares de glaucoma, antecedentes de traumatismo ocular y ser de
raza negra. El tratamiento inicial son colirios tópicos que
disminuyen la presión intraocular. Nunca hay que dejar el
tratamiento para el glaucoma. El tratamiento médico no cura
la enfermedad, únicamente disminuye la presión intraocular
intentando frenar la progresión de la misma. No mejora el daño que
ya se ha producido.
El paciente debe entender la
importancia de un correcto cumplimiento, si no, su patología le
podrá causar ceguera. El paciente debe saber que las gotas le pueden
irritar, producir picor, enrojecimiento del ojo u otros síntomas que
pueden ser molestos, pese a todo son necesarias e imprescindibles en
el tratamiento de esta enfermedad.
Como casi todos los tratamientos de
las patologías oculares son colirios, nos permitiremos exponer
algunas normas para la correcta administración de dichos fármacos.
Cuando tengamos que realizar un tratamiento separaremos los párpados
e instilaremos 1 o 2 gotas en el saco conjuntival. Es conveniente
que la aplicación del colirio se realice con pulcritud evitando
cualquier contacto con el goteador. Tapar el frasco después de cada
aplicación. Desechar el envase al mes de abierto. Lavado de manos
antes de la manipulación del colirio y en caso de los profesionales
entre paciente y paciente. Retirar del colirio la arandela de
protección del cierre para que al verter la gota esta arandela no
caiga sobre el ojo evitando así una úlcera corneal.
También hablaremos de los
especialistas en Baja Visión.
¿Quiénes son los pacientes que
presentan Baja Visión?
Son personas con un grado de
discapacidad visual que limite significativamente sus actividades de
la vida diaria y no pueda ser corregida con métodos convencionales.
El principal objetivo de las ayudas de
Baja Visión es sacar el mayor partido al resto visual que tiene el
paciente. El paciente podrá volver a realizar muchas de las tareas
cotidianas. El éxito o fracaso depende de la motivación, de su
colaboración y del sentimiento que tenga para tener una mayor
independencia, en estos casos el apoyo psicológico debe tenerse muy
en cuenta.
Las ayudas visuales de las que un
paciente se puede beneficiar son: telescopios, microscopios, tele
microscopios, lupas, filtros, sistemas electrónicos, e instrumentos
para la ampliación de su campo visual. Y de ayudas no ópticas como
flexo de luz especiales con doble tubo fluorescente para
proporcionar mayor contraste para una lectura más fácil o un atril
para facilitar la lectura ayudando a que el paciente mantenga una
buena distancia y postura.
Con este artículo hemos pretendido
divulgar la importancia de la visión y su patología asociada con el
fin de sensibilizar a la población sobre los daños que enfermedades
comunes como diabetes, ojo seco, etc. Pueden causar evolucionando
incluso a la ceguera.
Un adecuado seguimiento ambulatorio
podría evitar muchas de las alteraciones visuales que se dan hoy en
día; y a riesgo de rozar los tópicos: “más vale prevenir que
lamentar”.
Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero del Servicio de
Oftalmologia. Hospital Donostia
Sandra Sáez de
Arregui Moreno
Médico Residente del Servicio de
Oftalmología. Hospital Donostia
Agradecimiento a la Dra.
Ane Gibelalde González
Correo de contacto:
MANUEL.SOLORZANOSANCHEZ@osakidetza.net
FOTOS CUIDAR NUESTROS OJOS
Baja visión
Trabajo en Power Point de Baja Visión,
presentado por Don Fernando Pérez Camacho (Madrid) y Sofía
Isabel de Jesus Cunha (Portugal)
Colirio Arandela
Autor: Manuel Solórzano Sánchez
Colirio sin
Arandela
Autor: Manuel Solórzano Sánchez
Corte del ojo
Folleto de Degeneración Macular
Asociada a la edad húmeda
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Novartis farmacéutica S.A.
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DMAE
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Dra. Sandra y Manolo
Autor: Manuel Solórzano Sánchez
Glaucoma
Imagen glaucoma
Ojo rojo
http://images.google.es/images?hl=es&q=ojo+rojo&gbv=2
Ojo inyectado en sangre |